jueves, 4 de febrero de 2016

Sucedio mientras se tramitaba una licencia

¡Que tal mundo! Después de casi dos meses (por falta de internet)... Heme aquí, muy pero muy ¡Feliz año a todos! He de decir que en todo este tiempo pasaron muchas cositas, escribí otras tantas, ya iré compartiendo en el blog, vi mucha tv... Más de lo usual y leí lo poco o mucho que tuve a mi alcance... Más de lo que algún día hubiese imaginado. Hoy quiero compartir algo que el año pasado me toco ver.

A principios de diciembre acompañe al menor de mis hermanos a tramitar su licencia de conducir, como todos saben para dicho trámite necesitas presentar un examen y obviamente pasarlo.

Acá en mi pueblo en la delegación de transito uno debe pasar al único cubículo encargado de realizarte el examen. Todos los días (lunes a viernes) puedes acudir y presentarlo. Difícilmente coincides con alguien que esté haciendo el examen, si se da el caso solo te toca esperar.

Mientras el menor de mis hermanos (el gordo) se encontraba presentando su examen; me quede sentada justo donde está el área de la secretaria, no había mas que la secretaria, la persona con quien ella hablaba y yo. De pronto entra un señor muy risueño saludando a todos y dirigiéndose a la secretaria le pregunta por los precios de las licencias de conducir, después de enterarse y apuntar; se dirige a la oficina del delegado de transito. Cuando salió de hablar con el delegado, camina rumbo a la salida, se para justo en la puerta, recibe una llamada y segundos después llega un auto del cual se baja una joven como de 2O años.

Ambos se conocen, se saludan y el señor risueño le dice a la chica;
-ven... (Se acercan a la secretaria) Te presento a la secretaria del delegado.
La chica responde con un mucho gusto.

Entonces le pregunta por los requisitos para tramitar la licencia de conducir y los precios, la secretaria responde dándole los requisitos e informándole también que habrá de presentar un examen para obtener la hoja de pago, acudir a hacienda del estado para efectuarlo y posteriormente ahí le entregaran su licencia.

El señor risueño le pregunta
-¿Traes tus papeles?
La chica responde que si y saca un folder, que entrega a la secretaria para que los revisara.

Después de hablar con la secretaria, ella les dice que tomen asiento un rato, en lo que se desocupan. Como a los 5 minutos sale de la oficina del delegado una persona y acto seguido el señor risueño le dice a la joven;
-vamos, (se para y mira a la chica) entremos te voy presentar al delegado.
-bueno-Responde la chica, toma el folder de sus papeles en la mano y ambos entran a la oficina del delegado.

Mientras todo eso pasaba el gordo seguía en el cubículo de enfrente presentando su examen, 1O minutos después salen el señor y la joven, ella quien ya se dirigía a la puerta se detiene al escuchar la pregunta hecha por don risueño;
-¿Ya te dieron la orden de pago verdad?
-si ya aquí la tengo.
Don risueño se acerca a la secretaria y le pregunta si había que hacer alguna otra cosa, le responden que solo ir a pagar.
Dirigiéndose a la chica le dice don risueño;
-Bueno aquí ya no hay nada que hacer, ¿Te llevo a hacienda y pagamos te parece?.
La chica acepta y ambos se despiden de la secretaria.

Mientras el gordo aun no salía del examen.

¿En qué momento y donde la chica presento su examen? honestamente no lo sé. Pero si es curioso como después de 10 minutos de estar en la oficina del delegado haya salido ya con la hoja de orden de pago.

México es lo que es; con su lado bueno o malo, no solo por las personas que elegimos como representantes, si no por lo que hacemos cada uno de nosotros.

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