viernes, 23 de junio de 2017

Mi primer golpe... a un costal de box

Estoy segura que todos o la gran mayoría ha visto ya sea en películas, como deporte o en algún video real a dos personas pelearse, yo si. Podría decir que he visto muchas veces a personas lanzando, esquivando o como dicen algunos "cuadrándose" (ponerse en posición de ataque) para dar golpes. En serio; he visto cientos de veces algo así, tanto que podría decir "me se la teoría". Y es que cuenta la leyenda que de tanto ver uno va aprendiendo o cuando menos se tiene la idea. Por lo tanto a mi parecer podría resumir que pelear implica solo atacar (lanzar golpes) y defender (cubrirse). Ilusamente eso creía.


Sin embargo no voy a meterme en el aspecto de defensa que en este caso vendría siendo otra historia, ni tampoco pretendo explicarles como pelear; yo ni se. Solo voy a lanzar una pregunta derivado de ese cientos de veces que he visto peleas ¿alguna vez han lanzado un golpe? y no me refiero precisamente a pegarle a un cliente, sino a un algo con peso o masa de alguna manera solida como lo es tal vez un costal de box. Después de mostrar a mis pupilas tanto me ha parecido sencillo en teoría lanzar un golpe. Les cuento mi experiencia.

El día de ayer estaba un poco... ¿alterada? ¿enojada? ¿estresada? Ese momento en el que uno quiere explotar, o gritar o golpear. Así que me puse los guantes del menor de mis hermanos y me pare frente al costal de box. Me "cuadre" y dispuesta a sacar todo lo que tenia acumulado en mi interior con coraje, lance mi primer golpe... jamas en la vida he tenido la necesidad de lanzar un golpe y si en algún momento lo hice fue utilizando el puño en modo martillo; es decir de arriba hacia abajo, nunca de atrás hacia adelante como suele hacerse.

Después del golpazo que di, enseguida toda esa explosión que quería liberar disminuyo notablemente al sentir un retroceso, una presión que me recorrió por todo el brazo. Fue en ese momento cuando entendí que no es tan fácil como se ve.

Requiere fortaleza desde el puño hasta el hombro... no... que va, sin saber mucho me atrevo a decir que de todo el cuerpo (así lo veo, quien sabe). Después del primer golpe seguí dándole duro y pensé; llego el momento de darle con la mano izquierda... lo hice y fue como si un toque eléctrico me recorriera desde la mano hasta la axila. Pero como buena mexicana no me raje y seguí. Así estuve un par de minutos y por fin me detuve porque sentía que me estaba lastimando las manos; temía que en cualquier momento iba a dar un golpe duro, no apretaría el puño y mis pobres dedos sufrirían las consecuencias.

Como dije antes; siempre me pareció en teoría que dar golpes era algo sencillo... pero no. En verdad requiere practica, terminas con las manos moradas en el mejor de los casos o en el peor terminas con una lesión en los dedos. Quien nunca ha lanzado un golpe en la vida debería probarse, duele. Tan solo en unos minutos me quede con las manos un poco rojas, mas tarde se pusieron moradas, hoy están mejor. Aunque si cierro el puño ligeramente hay una molestia. Nada que otra sesión de golpes no pueda quitar.

Hasta antes de probar el costal de box creía que al dar un buen golpe (si tuviera que hacerlo) con mi fuerza (que no es mucha) con mi furia del momento (porque para recurrir a los golpes eso si tendría que ser mucho) y la adrenalina (que seria mi plus) terminaría todo con un nocaut, o mínimo con la nariz de mi adversario ensangrentada... pero hoy ya no.


Dar un buen golpe como Angel Dust a Colossus en Deadpool es otro nivel, se nota lo dio con toda su fuerza y furia; parece sencillo pero... Ahora considero impresionante ver a la gran Ronda Rousey golpeando o precisamente a Gina Carano, por ahí hay un vídeo donde se mide la fuerza de sus golpes, letal.


Dejando de lado lo anterior es buen ejercicio, da fuerza por si un día se requiere verdad y también resulta bastante terapéutico, es liberador sacar todo el fuuaa con un costal de bax.


Pd. Así como creía de fácil golpear, también tengo otras creencias en teoría "sencillas"


viernes, 16 de junio de 2017

¿Donde te agarro el temblor?

¡Mundo muy buenos días, tardes, noches tengan! Haciendo uso de la canción de chico che -¿Donde te agarro el temblor? en medio de la cocina... Les cuento...

La madrugada del miércoles 14 acá en mi pueblo y en toda el área limítrofe fuimos despertados por una sacudida pero tremenda sacudida, que nos levanto de la cama aproximadamente a las 2:30 am. Y es que de acuerdo al SSN se registro un sismo con magnitud 7, su epicentro a 13 kilómetros al noreste de Cd. Hidalgo, Chiapas.

Existen dos tipos de personas aquellas que al ser despertadas por un movimiento telúrico lo primero que hacen es alterarse al escuchar, ver y sentir como todo alrededor se mueve y piensan aquí se termino todo, gritan, corren y el corazón se les acelera al cien, un poco al borde de la histeria. Y las otras que al despertarse por un temblor no se percatan mucho de la situación, solo siguen su instinto, se levantan medio zombies, hacen su recorrido al lugar más seguro y esperan sin saber mucho de lo que estaba pasando. Yo que me he visto en algunos casos de sismos, no llego a la histeria pero el corazón se me acelera, no sé cómo ni cuándo pero he aprendido a controlarme, cuando era pequeña salia corriendo ahora ya no, trato de permanecer en calma; ese es mi reaccionar por lo general.


Tengo un especie de "radar interno", cuando empieza a temblar en las madrugadas (y ha sido más de una vez) me despierto de inmediato y si las cosas van fuertes el corazón se me acelera pero permanezco tranquila. En esta ocasión no sentí nada, a lo lejos escuche los movimientos y la voz del menor de mis hermanos llamándome a salir. Digamos que no tuve tiempo para que el corazón se me acelerara como en otras ocasiones.

Ahora que se ha pasado el susto y afortunadamente no paso nada grave, me ha parecido graciosa la situación que pasamos. No sé si todo lo que me pasa es gracioso o simple y sencillamente me rió de todo.

Cuando estaba el temblor desperté medio zombie (sin saber que pasaba) debido a que se escuchaba muy fuerte los vidrios de la ventanas, abrí los ojos con cara de -¿qué está pasando?- Y en medio de todo el ruido de las ventanas escucho que el menor de mis hermanos me llama gritando. Es cuando me pongo mis chanclitas y salgo a la puerta del cuarto y con todo ese movimiento yo le respondo con un fuerte -¡queee!-.

Justo en ese momento el movimiento se calma un poco y veo al menor de mis  hermanos con las rodillas flexionadas, una mano pegada a la pared, la otra en el aire y con los ojos muy abiertos. Creímos se había calmado... cuando empieza otra vez la sacudida fuerte. Es cuando el menor de mis hermanos sale corriendo, enseguida le seguí de prisa y para agregarle otro nivel al susto la luz se va, se escuchan las ventanas y todo temblar. Para reunirnos con los demás teníamos que bajar las escaleras, como el menor de mis hermanos corrió primero pensé que ya había bajado; por lo que yo iba a oscuras y tocando la pared. En ese momento pensé -deje el celular en el cuarto ¡como rayos voy a bajar!- Al llegar creo mi instinto me iba a llevar a bajar las gradas agarrándome de la pared, y ya saben cuando uno está a oscuras las manos siempre arriba tratando de tocar antes, así iba yo con el movimiento, a oscuras y tratando de avanzar rápido... fue cuando me tope con el menor de mis hermanos en el primer escalón, encendió la luz de su celular y lo vi de espaldas con la pared, el movimiento se calmo un poco y pudimos bajar.

Más tarde cuando nos reíamos de toda nuestra situación me dijo -y tú me empujaste cuando estábamos en las escaleras-. No se como es que corrió, en un temblor es complicado caminar. Ahora nos reímos después del susto y que afortunadamente no nos paso nada. No sé a los demás pero suelo reírme de esas situaciones. Porque uno hace, o nos pasan sin querer tonterías en momentos feos, como a mamá que dice se despertó porque sintió que ya andaba rebotando y en cada rebote se pegaba a la pared.

O a veces hacemos estupideces como la que hicimos correr y bajar escaleras, eso no se hace, o peor aun la que pensaba hacer en solitario; bajar escaleras en pleno temblor y a oscuras. A pesar de saber las indicaciones, mantener la calma, no correr, ubicarse bajo marcos de la puerta, alguna columna o esquina de la casa siempre terminamos contagiados un poco por el pánico y no pensamos claramente. Hay que tratar de gobernarnos dijera el compayito.

Y bien después del temblor quedamos un poco con desconfianza, no vaya suceder otro, así que ya no subimos a dormir, preferimos permanecer en planta baja, porque si se siente cañón (dijera el menor de mis hermanos) un temblor en planta alta. Uno de los miedos que tengo en situaciones de temblor, es que me vaya agarrar precisamente en un lugar alto, en un elevador o en el baño, sería una locura. A veces me imagino una situación en el baño y en lo que haría… pero una cosa es pensarlo y otra es vivirlo, solo lo dejo así y si me toca tengo plena confianza en que sabré salir adelante.

Como dije afortunadamente todo estuvo tranquilo, las cosas no pasaron de un pequeño susto. Y nada... el mejor consejo es mantener la calma.