lunes, 10 de julio de 2017

Diganme que esto les sucede a todos los de tez blanca

El color de piel es en mi caso una de las características físicas que en ocasiones quisiera cambiar o al menos aprender a controlar.

Para quienes son de tez claro quizás me entiendan mejor. Sin ánimos de menospreciar ni mucho menos hablar mal de aquellos de tez morena, de hecho en realidad vengo a relatar una desventaja o mejor dicho... mi desventaja... lo que me toca.

Ya antes he relatado lo que nos sucede comúnmente a mamá y a mi cuando estamos juntas. Mamá es morena, papá es claro y yo fui la única que heredo su color. Así que cuando estoy junto a alguno de mis hermanos y no nos conocen la gente se imagina de todo menos que seamos hermanos, lo mismo sucede con mamá; de todo menos que sea su hija, se dejan llevar por lo primero que ven y es el color de piel. Y definitivamente les puedo asegurar que no soy adoptada.

Por alguna razón mi familia me ve exageradamente blanca (aunque no lo soy) pero ellos así me ven y entre bromas me dicen; -eres bien blanca, no se... como transparente-. Por aquí en mi pueblo existen unos animalitos, una especie de lagartija (supongo) les conocemos con el nombre de cuija, solo existen en los lugares cálidos como aquí en donde vivimos (tomando en cuenta que he estado en uno que otro lugar frío y no los he visto). Desde que nací se me a comparado con ese tono de piel... piel de cuija.

Precisamente eso; el color de pronto lo considero un defecto. El día de ayer estaba con la guaperrima de la sobrina y con su pequeño dedo me rasco el cuello, aunque tiene las uñas cortas me dejo huella, pude darme cuenta mas tarde que se me había formado una linea roja en donde paso su dedito. Inclusive yo misma cuando me rasco me dejo unas lineas rojas, y tan solo es por rascarme; ahora imagínense un golpe o un inofensivo pellizco... la cosa termina entre verde, morado y difícilmente lo escondes. Hace algunos años me dieron un pellizco en el brazo, con los días se me fue extendiendo a tal grado que parecía un golpe, fue un algo que se me veía a kilómetros. Aun recuerdo la expresión y el tono de mamá cuando me lo vio; -aaaaay Cecilia que te paso ahí ¿quien te pego?- Y eso solo con un pellizco.

Ahora el sol... el sol puede ser definitivamente el enemigo mas cruel de alguien clarito ¿han visto como se ponen? Si, colorados pero de verdad colorados. En alguna ocasión cuando era pequeña fuimos a la playa y aunque siempre había usado playeras, ese día se me ocurrió bañarme con una blusa sin mangas, cuando nos marchamos se me veían la cara y los hombros colorados ya saben. Al final del día todo normal, lo bueno estuvo al día siguiente, no podía alzar los brazos, las costuras de la manga de la playera me estorbaban y no aguantaba que alguien me pusiera una mano encima, me ardía terrible... parece que escuchara la voz del menor de mis hermanos decirme; -que fea tu piel-. Y mamá con su comentario complementando; -exagerada-.


Y lo anterior no es todo, porque cuando me rió a carcajadas (de esas veces cuando te duele el estomago) o me enojo también me pongo colorada, este ultimo me pasaría como a las caricaturas, la presión me sube notablemente por el rostro y solo explotaría. De hecho creo que en todo esos aspectos me adapto y no tengo ningún problema. Mi problema surge cuando me dicen ciertas cosas y me sonrojo, me chiveo, me apeno, o como quieran llamarle. Lo he comentado en mas de una vez en este blog (al principio); soy una persona tímida y reservada... ya podrán darse alguna idea.

Es verdaderamente terrible cuando alguien de tez blanca se avergüenza, es inevitable suprimir el tono rojo en la cara, en mi caso no tienes que buscar mucho para saber si me has apenado. Se los digo en serio en esos momentos es cuando me gustaría no tener el color de piel que tengo... ¡que yo alucino con mi situación! A veces cuando ando conviviendo siento que no pasa nada, todo normal, me la paso bien, riendo, disfrutando, cero timidez pero va y me dicen; -rápido se pone roja-. Y si hay algo que no se me da bien es tener muchas miradas sobre mi, no me gusta nada ser el centro de atención. Se los puedo asegurar... nada. No se como lidiar con eso, y si no estaba apenada ya no importa porque al final por el comentario y todas las miradas sobre mi lo termino estando.


Pero en fin me ha quedado una espinita por no poder gobernarme y  ser una persona de fácil sonrojar. Necesito buscar una manera para evitar sonrojarme con poco, tener auto-control, arrancarme de raíz mi timidez o tener un bronceado por el resto de mi vida que ayudaría muy bien.

Mi piel es un tanto clarita, si me rió me pongo roja, si me enojo me pongo roja, si me da el sol me pongo roja, si me alaban me pongo roja, si me dicen algo bonito o romanticon me pongo roja... ahora debería arrodillarme, extender los brazos, mirar hacia el cielo y gritar ¡porque a mi! Y... seguramente me pondría roja.



No hay comentarios:

Publicar un comentario