domingo, 23 de julio de 2017

Agradecida con mi sobrina de 1 año

Pareciera como si apenas hubieran pasado un par de meses cuando compartía en el blog la noticia de que seria tía. Una noticia que tomo a todos por sorpresa, yo no podía creer el hecho de que el mayor de mis hermanos nos convirtiera al menor y a mi en tíos, ni en mis sueños mas locos. Yo pensaba; -creo que mamá todavía no tiene pinta para ser abuela, nosotros tampoco tenemos pinta para ser tíos, el mayor de mis hermanos menos tiene pinta para ser padre-. Tantas cosas se nos vinieron a la mente, y tan solo con la noticia de que seriamos tíos, mamá abuela y el mayor padre.



Reciente me parecen esos momentos en los que el menor de mis hermanos y yo esperábamos la noticia de que ya había nacido la bebe. Todos preocupados, deseando que todo fuera bien. Recuerdo muy bien la noche en que mamá y el mayor de mis hermanos llegaron a casa con una sonrisa y con la primera foto de la nena.

Los recién estrenados tíos llegamos al hospital por la mañana a conocer a la preciosa niña quien ya estaba en brazos de mamá. Parece que fue ayer que bien cabía entre nuestros brazos, hoy que el menor de mis hermanos intenta cargarla como bebe ya no se puede, no se acomoda y ya no le gusta por eso hay que aprovecharlos en su momento. Todo me resulta tan fresco, tan reciente, tan de ayer, pero ya ha pasado un año. Si, esa bebe que hizo su primer berrinche recién saliendo del hospital porque sentía calor y la llevaban completamente arropada ya tiene un año, un año dos meses.

Ah como pasa de rápido el tiempo. Esa pequeña tan preciosa ya esta dando sus primeros pasos sola, empieza a repetir nuevas palabras. Se parece tanto al abuelo... sin duda es la luz de la familia, es lo mejor que nos ha podido pasar a todos.



Amo ser testigo de como va creciendo, amo verla sonreír, amo ver como disfruta y juega con mi peludo, amo cada carcajada que nos deja escuchar, amo escucharla diciendo sus primeras palabras, amo ver como aprende, amo que se ponga contenta cada que me ve, amo sus besos, sus abrazos, hasta sus mordidas. Amo profundamente todo lo que es ella, ¡la adoro!.

Ha venido a dejarnos ver (sobre todo a mi) que definitivamente tener un hijo no es nada fácil. No es un antojo, no es tendencia, no es que vas a tener un bebe porque sientes que tu cajita de fusibles dejara de funcionar (eso decía Ana la nana, en Mi corazón es tuyo). Cuesta mucho sobre todo para quienes de verdad se comprometen a ser padres aunque no estaba en sus planes, para quienes han aceptado que no se trata de ir dejando hijos por el mundo, es complicado, el cansancio, no dormir las horas completas, las preocupaciones si se enferman... pero al mismo tiempo resulta fantástico poder ver a los pequeños creciendo día con día.

Te dan tantas alegrías, vuelves a aprender con ellos, disfrutas con ellos, ríes, bailas, caminas, corres, compartes con ellos, ser tu quien le acompañe a descubrir el mundo no tiene precio. Y bueno ¡ya se cambiar pañales!, también en un principio me daba miedo no saber cargarla pero todo se puede lograr.

Ademas ya le estoy muy agradecida porque definitivamente la llegada de mi sobrina me ha hecho sudar con tanto ejercicio y es que de pronto me toca ayudar a los nuevos padres. Hace algunos años una doctora me recomendó que hiciera ejercicio o caminara para quemar las toxinas que el cuerpo acumula, todos me decían que el problema era que no sudaba. Pero desde que la guaperrima de mi sobrina llegò... ya estoy que la cargo, ayudo a bañarla o a cambiarla, ahora estamos en la etapa donde ya da sus primeros varios pasos sola tiene tanta energía, a veces tengo que ir agachada vigilando que no se vaya a caer... es cuando entran en función las piernas y al levantarme siento el lumbago dijera mamá o la ciatica y termino sudando como nunca; en serio, de mi frente las gotas caen.

Bien podría fácil llevársela a los papás pero ¿pa' que? Tengo que aprovechar estar con ella y el estar en movimiento, es aquí cuando me toca agradecerle al menor de mis hermanos también por la inspiración, el es uno de los que aprendió del Sr. Han (Jackie Chan) en El karate kid de que "el kun-fu vive en todo lo que hacemos" y también de Yuri Boyka (Scott Adkins) en Invicto 3: Redención que "puedes verlo como trabajo o puedes verlo como entrenamiento". El (mi hermanito) todo lo que hace lo utiliza para ejercitarse y hacer fuerza, desde lavar un tanque (suelo escucharlo contar 1, 2, 3, 4...) hasta barrer (se topa con el sillón hace lagartijas, la silla, lagartijas) todo. Así me pasa con la guaperrima de mi sobrina al mismo tiempo que la vigilo y la acompaño, me ejercito las piernas... si vieran que pedazos de piernas me traigo ya (😆 nah ni tanto... pero si hago fuerza con ellas cuidando a mi sobrina, al menos ya supere ese nivel de cuando ejercitas por vez primera y terminas con piernas temblorosas).

Y bueno como lo dije antes, mi deseo es ser una verdadera tía, con hechos y no solo de titulo. Cuando sea grande esa pequeña tendré que agradecerle que me mantenga en movimiento, jamas había sudado tanto como ahora y a consecuencia bebo mucha agua... y el agua es vida, todo es una cadenita que mas le puedo pedir a esa niña que amo. Nos a traído felicidad


Pd. Ahora debo esperar cuando crezca y vayamos a la unidad deportiva... ¡regresaran mis años gloriosos de fútbol y de estar en condición!


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