jueves, 16 de octubre de 2014

Voy camino a la sensibilidad

Una de las características que se podría decir nos identifican por lo general a las mujeres es la sensibilidad. ¡Sí!... Mujeres hay que admitirlo, ya sea por culpa de las hormonas o no; pero de que somos muy sensibles, si... Lo somos. Para los hombres no es ningún secreto eso de que las mujeres lloremos por todo, ah ah. Que más nos queda que aceptarlo; si hasta chistes, cuentos, películas hay entonces para que negarlo verdad.
 
Sin embargo no todas las mujeres son sensibles y, (quiero hacer hincapié en lo siguiente) también hay hombres así de sensibles, podrían ser contados pero de que los hay... Si los hay. No sé si las mujeres ya nacemos o si con el tiempo podríamos volvernos así.
 
Mi madre como ella misma se considera es muy llorona, y de verdad lo digo. Le gusta mucho ver películas mexicanas de esas en blanco y negro del cine de oro, del Santo y Blue Demon (los héroes de antaño), también los dramas y aquí es donde viene lo bueno. Crecí viendo como mamá disfrutaba de esas películas, y también como lloraba, sin bromear... En realidad, entraba a la sala y le hablaba para que al voltear me percatara de los ojos llorosos que ya tenía, era clásica ya la frase que lanzaba;
-ve mi mamá ¿Y ahora?.
Entre risas y lágrimas decía
-la película... que historias. Así soy yo ni modos hija esta madre te toco de llorona.
 
En dramas ya nos habíamos acostumbrado a que se mete en la historia y terminaba entre lágrimas. Además cuando alguien le cuenta su historia difícil de vida (y no es psicóloga por cierto); siempre termina con los ojos a punto de derramar una lagrima, no puede ver a alguien contando sus tristezas y además llorando porque ella le hace segunda con solo escuchar.
 
En mi particular caso durante mucho tiempo por mis padres he sido considerada muy fuerte y bastante centrada en las situaciones que surgen, una niña sin hacer tanto drama por pequeñeces, (obvio soy única... Bueno si no lo admito yo entonces quien verdad). Pero con el paso de los años me he ido descubriendo, no soy como mi madre; pero creo estoy a punto de serlo, y aclaro no insinuó que sea malo; para nada. A veces me sorprende que dentro de toda esa fortaleza que puedo demostrar, hay ciertas cosas que me derrumban y logran sacarme unas lágrimas.
 
Por ejemplo he descubierto desde hace algunos años que no puedo ver películas donde los protagonistas son animales porque en ciertos momentos de la historia sufren y eso lectores... Me mata, no lo soporto y hacen que me ponga como mi madre, aunque se que es una película (como alguna vez mis hermanos se lo dijeron a mamá) no puedo evitar esa sensibilidad que brota por naturaleza y generalmente en nosotras las mujeres.
 
Estoy viendo una novela divertida que transmiten en México, Mi corazón es tuyo. La semana pasada vi un capitulo donde Ana Leal (la nana de los Lascurain) quien pierde lo único que le quedaba de su mamá... Una guitarra, es sorprendida con otra de regalo; por parte de los niños. Ella se pone a llorar al ver ese gran detalle de parte de los pequeños y yo... Por supuesto, desde mi casa, sentada en mi sillón, viendo lo que sucedía me sentía con esa sensación, en el que los ojos se empiezan a inundar de lagrimas. Sniff sinff... y empezando a sentir el nudo en la garganta. Fue hermoso.
 
Ahorita me acorde de una escena de la película, Lo que ellas quieren (What women want) con Mel Gibson y Helen Hunt. Para entrar en contexto Mel Gibson es un hombre exitoso y reconocido en el mundo de la publicidad, por lo mismo es un machista que cree todo el mundo debe obedecerlo y complacerlo. Un dia accidentalmente se electrocuta con su secadora en la bañera y al despertar descubre que puede escuchar los pensamientos de las mujeres. Esto con el tiempo lo lleva a entenderlas, a ponerse un poco en su lugar, y a darse cuenta de lo egocéntrico que era.
 
 
 
En un momento de la historia en el proceso de entenderlas mejor. Se encuentra en su departamento, sentado en su cama, buscando que ver en la tv; cambia y cambia de canal a cada par de segundos, en una de tantas llega a un canal donde están transmitiendo un programa en el que una mujer está llorando y contando su historia (no recuerdo bien); se queda como hipnotizado escuchando y después de algunos minutos se descubre con los ojos llorosos, derramando algunas lagrimas y ya al borde del llanto total. Al percatarse de la nueva situación que esta experimentado se dice a si mismo sollozando y sorprendido -¿pero qué me está pasando?.
 
No cabe duda que al hablar de sensibilidad, es referirse a la mujer; si, somos lloronas ¡¿y qué?! Eso nos ayuda a ser más comprensivas. Y yo lectores, voy camino pa' eso... Ya me estoy viendo en el futuro, los grandes dramas de películas y con el lloradon... Sniff... Sniff....

No hay comentarios:

Publicar un comentario