Una de las características
que se podría decir nos identifican por lo general a las mujeres es la
sensibilidad. ¡Sí!... Mujeres hay que admitirlo, ya sea por culpa de las
hormonas o no; pero de que somos muy sensibles, si... Lo somos. Para los
hombres no es ningún secreto eso de que las mujeres lloremos por todo, ah ah.
Que más nos queda que aceptarlo; si hasta chistes, cuentos, películas hay
entonces para que negarlo verdad.
Sin embargo no todas
las mujeres son sensibles y, (quiero hacer hincapié en lo siguiente) también
hay hombres así de sensibles, podrían ser contados pero de que los hay... Si
los hay. No sé si las mujeres ya nacemos o si con el tiempo podríamos volvernos
así.
Mi madre como ella
misma se considera es muy llorona, y de verdad lo digo. Le gusta mucho ver películas
mexicanas de esas en blanco y negro del cine de oro, del Santo y Blue Demon
(los héroes de antaño), también los dramas y aquí es donde viene lo bueno. Crecí
viendo como mamá disfrutaba de esas películas, y también como lloraba, sin
bromear... En realidad, entraba a la sala y le hablaba para que al voltear me percatara de los ojos llorosos que ya tenía, era clásica ya la frase que lanzaba;
-ve mi mamá ¿Y ahora?.
Entre risas y lágrimas
decía
-la película... que
historias. Así soy yo ni modos hija esta madre te toco de llorona.
En dramas ya nos habíamos
acostumbrado a que se mete en la historia y terminaba entre lágrimas. Además
cuando alguien le cuenta su historia difícil de vida (y no es psicóloga por
cierto); siempre termina con los ojos a punto de derramar una lagrima, no puede
ver a alguien contando sus tristezas y además llorando porque ella le hace
segunda con solo escuchar.
En mi particular caso
durante mucho tiempo por mis padres he sido considerada muy fuerte y bastante
centrada en las situaciones que surgen, una niña sin hacer tanto drama por
pequeñeces, (obvio soy única... Bueno si no lo admito yo entonces quien
verdad). Pero con el paso de los años me he ido descubriendo, no soy como mi madre;
pero creo estoy a punto de serlo, y aclaro no insinuó que sea malo; para nada.
A veces me sorprende que dentro de toda esa fortaleza que puedo demostrar, hay
ciertas cosas que me derrumban y logran sacarme unas lágrimas.
Por ejemplo he
descubierto desde hace algunos años que no puedo ver películas donde los
protagonistas son animales porque en ciertos momentos de la historia sufren y
eso lectores... Me mata, no lo soporto y hacen que me ponga como mi madre,
aunque se que es una película (como alguna vez mis hermanos se lo dijeron a
mamá) no puedo evitar esa sensibilidad que brota por naturaleza y generalmente
en nosotras las mujeres.
Estoy viendo una
novela divertida que transmiten en México, Mi corazón es tuyo. La semana pasada
vi un capitulo donde Ana Leal (la nana de los Lascurain) quien pierde lo único
que le quedaba de su mamá... Una guitarra, es sorprendida con otra de regalo;
por parte de los niños. Ella se pone a llorar al ver ese gran detalle de parte
de los pequeños y yo... Por supuesto, desde mi casa, sentada en mi sillón,
viendo lo que sucedía me sentía con esa sensación, en el que los ojos se
empiezan a inundar de lagrimas. Sniff sinff... y empezando a sentir el nudo en
la garganta. Fue hermoso.
Ahorita me acorde de
una escena de la película, Lo que ellas quieren (What women want) con Mel
Gibson y Helen Hunt. Para entrar en contexto Mel Gibson es un hombre exitoso y
reconocido en el mundo de la publicidad, por lo mismo es un machista que cree
todo el mundo debe obedecerlo y complacerlo. Un dia accidentalmente se
electrocuta con su secadora en la bañera y al despertar descubre que puede
escuchar los pensamientos de las mujeres. Esto con el tiempo lo lleva a
entenderlas, a ponerse un poco en su lugar, y a darse cuenta de lo egocéntrico
que era.
En un momento de la
historia en el proceso de entenderlas mejor. Se encuentra en su departamento,
sentado en su cama, buscando que ver en la tv; cambia y cambia de canal a cada
par de segundos, en una de tantas llega a un canal donde están transmitiendo un
programa en el que una mujer está llorando y contando su historia (no recuerdo
bien); se queda como hipnotizado escuchando y después de algunos minutos se
descubre con los ojos llorosos, derramando algunas lagrimas y ya al borde del
llanto total. Al percatarse de la nueva situación que esta experimentado se
dice a si mismo sollozando y sorprendido -¿pero qué me está
pasando?.
No cabe duda que al
hablar de sensibilidad, es referirse a la mujer; si, somos lloronas ¡¿y qué?!
Eso nos ayuda a ser más comprensivas. Y yo lectores, voy camino pa' eso... Ya
me estoy viendo en el futuro, los grandes dramas de películas y con el
lloradon... Sniff... Sniff....
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