sábado, 19 de julio de 2014

Llorar no es debilidad

El tiempo sigue pasando; 18 días ya desde que se fue mi abuelito. Como familia es la primera vez que vivimos un duelo; no quiero exagerar y decir que ha sido un proceso muy complicado y difícil pero, tampoco voy a mentir al decir que está siendo demasiado fácil sobrellevarlo... Es un proceso de duelo que como muchos saben es doloroso.
 
Se le extraña todos los días, aunque nadie lo admite abiertamente en casa... Lo sé; porque tácitamente se ha acordado no decir algunas palabras o frases (de mi abuelo) que acostumbrábamos a decir cuando aun el seguía con nosotros; frases que tenían que estar en nuestro día a día... Ahora ya no están.
 
Hoy me siento tranquila, aunque esa sensación de nostalgia no se ha ido del todo voy aprendiendo a vivir con ello; me ha hecho mucho bien llorar. Hace unos días (precisamente el día de mi cumpleaños) llore sin vergüenza, sin miedo a que la gente me viera, sin contener nada, llore como una niña, llore porque me acorde de el, llore porque lo extraño, solo llore para sacar ese sentimiento, para dejar de sentir ese nudo en la garganta. He descubierto que llorar no significa que sea débil, al contrario es una manera de sacar sentimientos que llevamos por dentro y que debemos dejar fluir como cualquier proceso en nuestro cuerpo.
 
En situaciones como esta llorar es bueno; eso nos aconsejaron. No importa si es 1, 3, 5 días o una semana; solo llora para liberar lo que llevas dentro. Los días seguirán avanzando y aunque me siga sintiendo tranquila no significa que deje de recordarlo y extrañarlo, solo que se aprende a llevar la cicatriz de diferente manera.

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