viernes, 19 de octubre de 2018

Antes miedosos que pasar vergüenza

Si no corrí es porque me falto valor, al menos así lo ve una parte de mi…

Estábamos el menor de mis hermanos (el gordo) y yo cerca de las 9 de la noche buscando señal para poder comunicarnos con mi madre, a lado de una bodega y a orillas de un barranco, sentados disfrutando de una noche tan fresca, observando las luces del poblado mas próximo ubicado kilometros mas abajo, con celular en mano cada uno y tratando de aprovechar la escasa señal que recibíamos por momentos.

Sin preocupaciones al saber que estábamos en un lugar tan tranquilo, decidimos caminar unos pasos mas para según nosotros  tener mejor señal, y es que tenemos esa teoría de que mientras mas alto y despejado este, mejor señal de teléfono se tiene en ciertos lugares rurales. Realmente convencidos de estar en un lugar bastante tranquilo caminamos hasta llegar a los pies de unas gradas que comunican a las oficinas de aquel pequeño lugar. 
Desde este punto hacia arriba intentabamos ver... oscuridad total
Nos ubicamos al lado de un poste de luz, tratamos de hacer la llamada pero la señal no era lo suficientemente buena para hacerla, únicamente se podía mandar mensajes que demoraban un poco en salir, así que mientras mensajeabamos con mamá, aprovechamos para ponernos un poco al día en el whatsapp y el facebook.

Ambos entretenidos yo con vista hacia donde habíamos llegado y el gordo viendo en dirección a las gradas. De pronto noto que el gordo empieza a levantar la vista hacia arriba, sin embargo no le preste mayor importancia y seguí con lo mío, pero por el rabillo del ojo aun notaba que aunque el trataba de seguir con lo suyo algo llamaba su atención desde arriba, podia verlo con la mano en la frente tapandose un poco la luz, tratando de ver mejor (forzando la vista) y es que arriba era oscuridad.
Yo veia en esa direccion
Finalmente voltee y le pregunte -¿Qué es? A lo que el respondió algo extrañado y susurrando -creo que hay alguien allá arriba. Algo incrédula le dije -yo no veo nada. Definitivamente no lograba ver nada y decidí continuar con lo mío. El insistia en seguir viendo hasta que en algún momento el gordo dijo susurrando nuevamente -algo se esta moviendo allá arriba. Una vez mas voltee tratando de visualizar cualquier cosa, la oscuridad de arriba era total y la luz que tenia enfrente no me ayudaba a ver si efectivamente había algo, pensar que el gordo pudiera tener razón y no poder verlo empezaba a ponerme nerviosa.

De un momento a otro ya los dos viendo hacia arriba alcanzo a distinguir movimiento al mismo tiempo que el gordo dice -mira ahí se esta moviendo. Acto seguido lo volteo a ver, sin poder evitarlo me empieza a ganar la risa (seguramente por los nervios) y opto por decirle que no vi nada. A esas alturas ambos pensábamos seguramente en mostrar "tranquilidad" para no espantarnos el uno al otro y  esa misma "tranquilidad" conseguía mantenernos ahí de pie todavía, tratando de averiguar que era lo que se movía alla arriba, aunque por dentro estábamos esperando quien de los dos era el valiente para emprender la huida... les puedo asegurar, solo bastaba un empujoncito para que cualquiera de los dos saliera corriendo.

Sin embargo seguiamos en el mismo lugar tratando de ver con claridad que era eso que se movía arriba y de pronto; eso que se movía arriba... empezó a bajar las gradas una a una, vestía pantalón negro, una chamarra negra, llevaba puesta una gorra negra y ademas iba con un arma… nosotros un poco pasmados, con mucho miedo pero eso sí sin mostrarlo continuabamos de pie en el mismo lugar, viendolo bajar el primer grupo de gradas y dirigirse hacia una puerta de a lado… asombrosamente aunque teníamos miedo no nos movimos, seguiamos esperando que alguno de los dos diera el primer paso. Continuo bajando las gradas, como hipnotizados (y seguramente con el corazón a mil por hora, sin perderlo de vista) lo vimos acercandose y fue entonces cuando escuchamos un -buenas noches.

Aunque el miedo flotaba a nuestro alrededor pudimos responder con un buenas noches también. Una vez que el señor estuvo cerca, después del saludo, mas tranquila y con una sonrisa que escondía el miedo de unos momentos antes le dije -ya íbamos a salir corriendo. El señor no tuvo mas que reírse porque seguramente se notaba en mi rostro el miedo que se alejaba, de hecho desde arriba seguramente nos vio asustados. Se detuvo junto a nosotros, con una sonrisa nos dijo que era el velador y estaba haciendo su “rondin” junto con su compañera, lo unico que pude decir fue un -aah, el señor noto que no le entendi (y si... no habia entendido) y dijo nuevamente "mi compañera" señalando el arma que llevaba.

Cuando íbamos de regreso no pudimos evitar reírnos, le pregunte al gordo -y por que no corriste? A lo que me respondió -por que no corriste tu?. Por lo regular soy yo quien primero emprende la retirada en situaciones semejantes y me pasa cada cosa… he descubierto, por alguna razón a veces los nervios hacen que me vaya riendo, asustada pero eso si con una sonrisa... y no puedo evitarlo.

Seguramente ninguno de los dos corrió porque iba a ser mas grande la vergüenza que el miedo, se imaginan... de habernos visto correr el señor se hubiera reído hasta mas no poder (ya lo cantan los aterciopelados... se hubiera cagado de risa). Bien pudo haber sido parte de alguna camara escondida no?



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